Elecciones en España
Contenidos
Hablad, pueblo, hablad. Y el pueblo andaluz habló. España está en llamas. Las urnas ratificaron los vientos de cambio que se avecinan. La revolución tiene nombre: Juanma. Inmensa mayoría popular (58 escaños). Moderación. Gobierno para todos. Humildad. Reformas. Trabajo. Buen programa hasta 2026.
Una muerte digna para Ciudadanos (0 escaños) Marín dimite. Golpe directo al sanchismo en la mandíbula de Juan Espadas (30). Decepción en VOX. Macaranazo (14). La izquierda está de capa caída (5+2). Por bloques ideológicos: 63% centro-derecha. 37% izquierda. Vuelco electoral. Jornada histórica. El “efecto Feijóo” ha funcionado. Las elecciones municipales y autonómicas serán el último objetivo antes de las generales y de La Moncloa. Los andaluces se han liberado del yugo socialista. Incluso en Dos Hermanas y Conil.
Los agitadores de la campaña fueron los tres jefes nacionales: Sánchez, Feijóo y Abascal. Entre los invitados, Lastra alcanzó la cima: en Cádiz acusó al PP de ser el partido de la corrupción y en Sevilla animó a “acudir a las urnas para no tener que salir a la calle este lunes a encender la alarma antifascista”. El mismo mantra de Iglesias hace tres años para formar un “cordón sanitario” en San Telmo e impedir la investidura de Juanma Moreno. Los demócratas de Hanoi. O de Teherán.
Elecciones en Aragón
El 19 de junio se celebraron las elecciones andaluzas con una importante victoria del Partido Popular (PP) conservador, que obtuvo por primera vez la mayoría absoluta en el parlamento regional. La cuestión ahora es si los resultados pueden considerarse una premonición de las elecciones generales del año que viene y el ocaso de la coalición de izquierdas del gobierno nacional.
La derrota es especialmente molesta para el Partido Socialista teniendo en cuenta que Andalucía siempre ha sido su bastión en España. Andalucía, la región más poblada del país con 8,3 millones de habitantes, está considerada una de las joyas de la corona de la política española.
Sin embargo, Andalucía también tiene el peor Índice de Desarrollo Humano, la mayor tasa de desempleo y profundas brechas de desigualdad. De hecho, se percibe como una región atrasada, con sólo el 13% del PIB español y una renta per cápita de 17.000 euros, por debajo de los 25.000 euros de media del resto del país.
El PP lleva luchando por ganar Andalucía desde 1992, cuando se celebraron las primeras elecciones regionales tras la muerte de Francisco Franco, el último dictador español. Finalmente, el PP accedió al poder en la región tras las elecciones de 2018 gracias a una coalición con Ciudadanos, el partido liberal, y la abstención del partido de extrema derecha Vox, aunque el Partido Socialista obtuvo más votos y escaños en el Parlamento regional.
Resultados de las elecciones en Australia
La pregunta que hay que hacerse después de las elecciones es si los políticos españoles se decidirán a firmar un acuerdo de gobierno o si habrá elecciones anticipadas. Los próximos días serán cruciales para España y esperemos tener la respuesta muy pronto.
Los ciudadanos españoles acudieron a las urnas el 20 de diciembre para elegir a su futuro gobierno para cuatro años. El índice de participación fue del 73,20%, superando el nivel de 2011, que fue del 68,94%. El PP, partido de centro-derecha en el poder, ganó las elecciones con el 28,71% de los votos y 123 escaños de un total de 350, aunque perdió la mayoría absoluta. Tras un período de dificultades económicas, medidas de austeridad y un nivel de desempleo récord, el PP, sorprendentemente, fue el partido más votado. No obstante, se trata del peor resultado obtenido por un partido ganador en la historia de la España democrática. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, volvió a ofrecerse en su discurso postelectoral, prometiendo que formaría un “gobierno estable” para todo el país, en representación de todos los ciudadanos.
Parlamento de Andalucía
Xavier CasalsDoctor en Historia Contemporánea y profesor en la Facultad de Comunicación Blanquerna de la Universidad Ramon Llull. Ha centrado la mayor parte de sus estudios en la evolución de la extrema derecha, el populismo y la violencia política.
Los vaivenes electorales de Vox indican que su base no es tan sólida como parece. Este partido, basado en una estructura vertical, una limitada teorización ideológica y una alta penetración en las redes sociales, es un partido “en construcción” capaz de dar giros imprevisibles. Por ahora, sólo ha introducido propuestas y temas para polarizar a la opinión pública y ganar así una gran visibilidad.
Desde que Vox surgió institucionalmente en las elecciones andaluzas del 2 de diciembre de 2018 (2-D), periodistas, analistas y académicos han calificado a este partido de extrema derecha como neofranquista, fascista, neofascista o “nativista”. Pero su naturaleza es difícil de definir, porque Vox aún está desplegando su ideología y se han realizado pocos estudios sobre el partido. [1] Con el fin de conocer el partido, creemos que es más eficaz ofrecer cinco indicaciones para facilitar su interpretación, que se presentan a continuación.